Dentro de la fisioterapia se manejan diferentes planteamientos en cuanto al abordaje de patologías, ya que se nos presentan un sinfín de posibilidades y opciones de diversas técnicas y conceptos, no obstante muy pocos fisioterapeutas resaltan la importancia que dé tenemos un campo amplio de trabajo y que la evidencia científica nos lleva a cambar los paradigmas en cuanto al abordaje de las diferentes lesiones deportivas.
De tal manera que la importancia del conocimiento de lo que es una buena exploración o valoración se centra en la movilidad, la fuerza y el control del movimiento y su relación con el sistema nervioso central y periférico. Esto quiere decir que la mejor opción es la mezcla del entrenamiento cognitivo y el control motor tanto en alta como en bajas cargas y no solo a nivel deportivo sino también ortopédico y de pediatría.
Por consiguiente lo anterior con lleva a la necesidad de una mejor gestión del movimiento al volver a la función deportiva realizando pruebas funcionales, siempre y cuando el deportista no presente patrones de movimientos anormales y desequilibrios musculares.
La mayoría de las pruebas y los test son de fácil uso y permiten evaluar las siguientes características:
- Perdida de movimiento eficiente.
- Trastorno del movimiento.
- Falta de precisión en el movimiento.
Cabe destacar que como fisioterapeutas, preparadores físicos, médicos, y otros profesionales de la salud a menudo miramos lo mismo pero evaluamos algo totalmente diferente. En ocasiones se observa que el deportista no tiene fuerza, no realiza el movimiento con una buena coordinación y biomecanicamente hablando puede tener un desequilibrio. Lo que trae como consecuencia el producto final, es decir, el factor de movimiento es erróneo y va producir diferentes alteraciones y lesiones.
Existen 3 aspectos neurofisiológicos importantes:
- El SNC, posee variabilidad, un deportista o una persona tiene posibilidad de modular el movimiento que realiza durante un gesto o ejercicio y depende de las habilidades motoras que tenemos.
- Un SNC donde tenemos un buen funcionamiento en todo, es decir, buen movimiento a nivel muscular, no hay restricciones, hay buena coordinación y optimización del movimiento, el producto final será cero dolor y nada de lesión.
- Reclutamiento entre los sinergistas y esto va depender de los roles funcionales los cuales son:
- Traslación: relacionado a los segmentos corporales.
- Rango: hace referencia al movimiento de rotación.
- Aceleración: el movimiento se realiza en un plano sagital.
De lo antes mencionado tenemos, aspectos erróneos cuando se pierde la variabilidad:
- Fatiga, por perdida de sinergias.
- Restricción, por pérdida de fuerza
- Dolor- lesión.
- Déficit propioceptivo.
De tal forma que se debe realizar una valoración del sistema dinámico: patrones de movimiento, entorno, tarea, individualidad y sumado a esto todo lo relacionado a una historia clínica que contenga: sexo, edad, antropometría, altura, aspectos anatómicos, la bilogía del paciente y hasta la parte psicológica es importante, ya que el movimiento perfecto no existe cada uno se mueve de forma diferente.
Así pues que al evaluar un movimiento hay que saber que no existe un patrón único y que depende de muchos factores entre ellos:
- Alteraciones estructurales.
- Movimiento no controlado.
- Aspectos anatómicos.
En relación con la Biomecánica la recomendación es evaluar: el movimiento preferido vs el test cognitivo, es decir, el movimiento preferido y la biomecánica natural sin correcciones.
En el movimiento de control cognitivo tenemos: coordinación y eficiencia, un control eficiente y un control no eficiente, en la biomecánica tenemos estrategias beneficiosas donde no hay carencias de movilidad ni de fuerza y estrategias no beneficiosas.
Esto lleva a realizar una correcta valoración: tomando en cuenta los fundamentos del movimiento: fuerza, control, eficiencia, realizar test específicos, en demanda del deportista.
Conclusión: el movimiento ideal no siempre es el más óptimo.